Garden City Play Environment

Localización / Location: Richmond, British Columbia, Canada
Arquitectos / Architects: Space2place (http://www.space2place.com)
Enlaces / Links: Detail 360º,

Garden City Play Environment representa un enfoque diferente al tradicional diseño de parque basado en los equipamientos destinados al juego.
El proyecto trata de proporcionar a los niños oportunidades para desarrollar un juego imaginativo dentro de un paisaje cambiante que evoca a la naturaleza.

Garden City Play Environment is a significant departure from traditional approaches to playground design that typically focus on theme and equipment-based play.
Features of this park provide children with opportunities to engage in imaginative play within a changing landscape that evokes experiences found in nature.

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Garden City Play Environment representa un enfoque diferente al tradicional diseño de parque basado en los equipamientos destinados al juego.

El proyecto trata de proporcionar a los niños oportunidades para desarrollar un juego imaginativo dentro de un paisaje cambiante que evoca a la naturaleza.

Ubicación y tamaño: Garden City Play Environment es un parque público para niños de 1.3 acres de extensión ubicado en el centro de Richmond, British Columbia, una ciudad que ha experimentado un rápido crecimiento demográfico en los últimos años. El parque desempeña un papel esencial en la comunidad, tanto para los niños como para sus cuidadores, representando un oasis de ocio en medio de un espacio dominado por varias torres de nueva construcción de uso residencial. Se encuentra además a poca distancia de tres escuelas primarias. Un gran estanque se encuentra en el sur, una pequeña zona boscosa en el este, y está conectado a través de sendas peatonales con la Garden City Road hacia el oeste, Alberta Road hacia el norte y la avenida Granville hacia el sur.

Contexto de la investigación: La creación de espacios de juego en el ámbito público se ha reducido por lo general a seleccionar el equipo de un catálogo y colocarlo en una extensión de superficie rodeada de una cerca de seguridad. Si bien estos espacios de juego pueden ser divertidos al principio, es difícil mantener el interés del niño en repetidas visitas. La Ciudad de Richmond y space2place han sabido ver el potencial de crear un lugar más atractivo para los niños, centrado en experiencias de juego imaginativo basadas en la naturaleza.

El equipo de diseño rápidamente se dio cuenta que había pocos precedentes para este tipo de proyectos. Por lo tanto, se organizaron una serie de talleres con niños locales en edad escolar de primaria para preguntarles cómo les gusta jugar. Los resultados fueron alentadores, mientras que los elementos tradicionales, como toboganes y columpios eran muy populares, también hay muchas ideas que integraban el agua y los elementos naturales. Esta experiencia, junto con el análisis del sitio y una investigación sobre el juego al aire libre, se incorporó en el desarrollo del diseño del parque.

La obsesión de nuestra sociedad por la minimización del riesgo es el motor principal en el diseño estandarizado de la mayoría de los parques infantiles actuales. Al principio, el equipo consultor marcó la diferencia entre peligro y riesgo. El entorno de juego fue diseñado para permitir que los niños experimenten riesgos y pongan a prueba sus límites, sin exposición al peligro. El resultado es un lugar dinámico que proporciona experiencias de juego libres que estimulan la imaginación y el juego creativo, que se conectan con las necesidades emocionales, físicas y cognitivas de los niños.

El programa del parque: La organización del parque gira en torno a tres nodos de elementos de juego apropiados para diferentes grupos de edad. Estos nodos están bien integrados en el contexto general del parque y están vinculados con un curso de agua serpenteante que capta el interés de los niños de todas las edades. Por otra parte, la red de elementos de diseño se ordena de una manera que asegura una constante sensación de descubrimiento, tanto para niños como para adultos.

El entorno de juego destaca por su sostenibilidad, conquistando a todos los usuarios. Las entradas y las vías de conexión son accesibles e intuitivas, favoreciendo experiencias de colaboración en el juego y la interacción entre padres e hijos. Los niños de diferentes edades tienen diferentes necesidades físicas, sociales y de desarrollo; por eso el equipo de diseño tuvo la precaución de incluir componentes adecuados para grupos de edad específicos, alentando a la vez a los niños de diferentes edades y habilidades a jugar juntos. Materiales maleables como la arena, la roca y el agua actúan como un catalizador social para integrar a niños de diversas edades y procedencias.

El parque es único, ya que responde a su contexto específico, desarrolla el conocimiento de la naturaleza y ofrece una gran diversidad de juegos y experiencias de aprendizaje que entretienen a los niños durante horas. El proceso implementado aquí ha estimulado nuevos enfoques en el diseño de espacios de juego para los niños. Conceptos tales como el juego basado en la naturaleza y la integración de los espacios de juego dentro de las zonas públicas están cambiando la percepción social de los parques infantiles tradicionales. Los ciudadanos se están dando cuenta de que las ciudades funcionan mejor cuando también funcionan bien para los niños.

Materiales e instalación: Muchos de los materiales convencionales han sido utilizados de manera poco convencional. El hormigón se ha utilizado para crear una pista de skate, una pulida montaña con forma de cúpula que se refleja en un valle cóncavo o unos escalones de múltiples niveles que atraviesan un mar de arena. Postes de acero simulan un bosque de regaliz rojo o se disponen formando ondas que se mueven cuando la perspectiva varía. Se ha trabajado también con madera de origen local, que exhibe formas escultóricas, y se han utilizado además tocones de árboles de edad madura rescatados de un bosque desforestado.

Impacto Ambiental: El parque es un espacio orgánico, un espacio que fluye cuyas estructuras y sistemas se combinan para crear un ambiente que invoca el mundo natural y refleja el carácter regional del Noroeste del Pacífico. La interacción con elementos y procesos, tales como los insectos, el agua, los arroyos, las lagunas, la arena, las ramas de árboles salvados y las cintas de vegetación perenne proporciona a los niños de la ciudad una conexión esencial con los grandes sistemas naturales, y alimenta en ellos el sentido de la responsabilidad hacia el medio ambiente.

El ambiente de juego es diferente a cualquier otro espacio público en América del Norte. Es muy utilizado y apreciado durante todo el año y se ha convertido en un destino para las familias de toda la región, beneficiando al municipio con una mejor reputación, que a su vez atrae más inversiones en la comunidad y fomenta el crecimiento económico y social.

Colaboración con el cliente y otros diseñadores: Durante todo el proceso de diseño, un enfoque innovador y de colaboración entre los diseñadores y el cliente se reflejó en un profundo respeto por las necesidades de los niños. Los elementos creativos e innovadores diseñados por niños de la localidad en los diferentes talleres proporcionaron inspiración para impulsar el diseño más allá de un enfoque estándar. Los principales asesores aportaron al equipo de diseño una información inestimable sobre las etapas de desarrollo de los niños y los criterios de diseño para entornos de juego al aire libre. Algunas de las características más emblemáticas del parque - los troncos de árboles de edad madura o el puente de troncos escultóricos - se construyeron con la colaboración de un escultor de madera local.

Garden City Play Environment is a significant departure from traditional approaches to playground design that typically focus on theme and equipment-based play.

Features of this park provide children with opportunities to engage in imaginative play within a changing landscape that evokes experiences found in nature.

Location, Scope and Size: Garden City Play Environment is a 1.3 acre public children’s park located in the center of Richmond, British Columbia, a city that has experienced rapid population growth in the last few years. The park plays an essential role in the community for children and caregivers as a recreational oasis within several newly-constructed residential towers as well as a local park within walking distance from three elementary schools. A large pond is located to the south, a small forested area is to the east and the site is connected via pedestrian links to Garden City Road to the west, Alberta Road to the north and Granville Avenue to the south.

Context Investigation: The creation of play spaces in the public realm has been reduced to selecting equipment from a catalogue and placing it in an expanse of safety surfacing. While these playgrounds may be fun initially, they rarely sustain a child’s interest on repeated visits. The City of Richmond and space2place recognized the potential to create a more engaging place for children that focused on imaginative and nature-based play experiences.

The design team quickly realized there were few precedents available for this type of project. Therefore, a series of workshops were held with local elementary-aged children to ask them how they like to play. The results were encouraging; while traditional elements such as slides and swings were popular, there were also many ideas that integrated water and natural elements. This input, along with site analysis and research on outdoor play, was incorporated into the development of programmatic elements for the park.

Our society’s obsession over minimizing risk is the primary cause for the standardized design of most of today’s playgrounds. Early on, the consultant team identified a distinction between hazard and risk. The play environment was designed to allow children to experience risks and test their boundaries without exposure to hazard. The result is a dynamic place that provides open-ended play experiences that encourage imagination and creative play while meeting the emotional, cognitive and physical needs of children.

The Park Program: The concept of the park’s organization evolved out of the desire to create three nodes of play elements that are appropriate for different age groups. These nodes are well-integrated within the larger context of the park and are tied together with a meandering watercourse that captures the interest of children of all ages. Moreover, the network of design elements are sequenced in a way that ensures a continued sense of discovery for both children and adults.

The play environment demonstrates accessibility and social sustainability as it captivates all users. Entrances and linkages are open and intuitive, encouraging collaborative play experiences and interaction between children and parents. Children of different ages have varying physical, social and developmental needs. While the design team was careful to include components suitable for specific age-groups, nature-based play experiences often encourage children of different ages and abilities to play together. Malleable materials of sand, rock and water act as a social catalyst to integrate children of diverse ages and backgrounds.

The park is unique because it responds to its distinctive context, develops awareness for natural systems and provides a rich diversity of play and learning experiences that absorb children for hours. The process implemented here has stimulated new design approaches for children’s play. Concepts such as nature-based play and integration of play within public spaces are changing society’s perception of traditional playgrounds. Communities are realizing that cities work best when they work well for children. 
Materials + Installation Methods: Many conventional materials were used in unconventional ways. Plain concrete forms a skate ledge, a dam wall, a polished dome mountain reflected in a concave valley, and multi-level stepping stones through a sea of sand. Simple steel poles are twisted into a red licorice forest or arrayed to form yellow waves that swell and move at every new perspective. Locally-sourced wood is manipulated in twisted sculptural forms and as well as old-growth tree stumps salvaged from a clear-cut forest.

These unusual uses of materials required unusual installation methods. The huge tree limbs had to be craned into place. The steel poles required intricate layout and design. The water channel and water features needed careful grading and construction of the concrete elements borrowed from lessons learned in the creation of skate-park projects.

Environmental Impact: The park is an organic, flowing space where the structures and systems combine to create a setting that invokes the natural world and reflects the regional character of the Pacific Northwest. Interaction with elements and processes such as insects, water, streams, ponds, sand, salvaged tree limbs and ribbons of perennial vegetation provides city kids with an essential connection to larger natural systems, and nurtures within them a sense of responsibility to protect their environment.

The play environment is unlike any other public space in North America. It is well-used and well-loved throughout the year and has become a destination for families throughout the region, benefiting the municipality with an enhanced reputation, which in turn attracts further investment in the community and fosters economic and social growth.

Collaboration with the Client and Other Designers: Throughout the design process, an innovative and collaborative approach between the designers and client reflected a deep respect for children’s needs. The creative and innovative elements designed by local children at the workshops provided inspiration to push the design beyond the standard approach. Leading play consultants provided the design team with invaluable insight into the stages of children’s development and design criteria for outdoor play environments. Some of the most iconic features of the park - the old-growth tree stumps, the sculptural log bridge and log fingers - were built in collaboration with a local wood sculptor.